Los albores de La Guerra Civil española son el escenario por
el que transcurre la acción de la última novela de Arturo Pérez-Reverte.
La simbiosis entre realidad y ficción va generando una trama
perfectamente construida. Una historia creíble cuajada de intrigas, espionaje,
traiciones, luchas de poder y, sobre todo, acción.
El logro, de A.
Pérez-Reverte en esta novela, es el
rotundo personaje que ha creado, Lorenzo Falcó. Desde el inicio de la novela va
desgranando su fuerte personalidad. Reclutado como Agente del Servicio de Inteligencia del bando franquista, aunque nuestra
percepción como lectores es que su credo es él mismo, carente de escrúpulos, frio y calculador. Lorenzo Falcó, 37 años, un
físico cuidado, gustos exquisitos y caros, pulcro y refinado, mujeriego, es la
representación del antihéroe.
El tema central de la novela es una difícil misión que podría haber ocurrido realmente, cambiando nuestra historia de haberse llevado
a cabo, para ello Falcó se adentra en la zona republicana, donde le espera un equipo formado por un hombre
y dos mujeres- los hermanos Montero y Eva Rengel, por esta última siente una atracción especial que
humaniza, parcialmente, algunos de sus actos.La acción de la novela va in crescendo hasta el desenlace final. Su lectura engancha y es casi seguro que nos encontraremos en otra aventura con Lorenzo Falcó.